Para un jubilado en Florida, Robert “Kelly” Ortberg parece joven y enérgico en el retrato oficial que Boeing distribuyó con la noticia de su elección para asumir el cargo más alto a partir del 8 de agosto.
El veterano de la industria aeroespacial de 64 años — a quien todos en la industria llaman simplemente Kelly — fue ex CEO del proveedor de aeroespacio Rockwell Collins y una entrada tardía en la carrera para reemplazar al actual jefe de Boeing, Dave Calhoun, después de que se prolongara sin que surgiera un claro favorito.
Calhoun tenía la intención de permanecer en el cargo hasta fin de año, pero claramente se había convertido en lo que los estadounidenses llaman un ejecutivo “pato cojo”, lo que significa que no ha podido impulsar ningún programa nuevo importante, como una aeronave de fuselaje estrecho necesaria para reemplazar la antigua familia Boeing 737, operada por primera vez por el cliente de lanzamiento Lufthansa en 1967.
División Comercial como un Gran Lastre
La noticia del nombramiento de Kelly Ortberg, anunciada el miércoles de la semana pasada (30 de julio), llegó el mismo día en que Boeing reportó resultados desastrosos para el trimestre.
La pérdida operativa del segundo trimestre de Boeing se amplió a 1.4 mil millones de dólares (€1.28 mil millones), en comparación con una pérdida de 149 millones de dólares en el mismo período del año anterior. El resultado significó que Boeing no ha tenido un año rentable desde 2019 y, desde entonces, ha acumulado enormes pérdidas operativas que totalizan 33.3 mil millones de dólares.
Actualmente, la compañía todavía está luchando para convencer a los reguladores de que finalmente ha solucionado sus principales problemas de seguridad y control de calidad en todos sus programas de aeronaves actuales.
La autoridad de aviación de EE. UU., FAA, ha limitado la producción del 737 MAX de Boeing a 38 aviones por mes debido a estos problemas no resueltos, mientras que Boeing apunta a aumentarla a 50 MAX por mes para satisfacer la alta demanda.
El estado actual introspectivo y contenido de Boeing se mostró claramente a finales de julio en el Salón Aeronáutico de Farnborough, cerca de Londres, uno de los eventos más importantes de la industria. Mientras que ni Airbus ni Boeing obtuvieron una avalancha de nuevos pedidos importantes, Boeing había reducido severamente su aparición en general. Alegando que quería concentrarse en las soluciones urgentes de seguridad y calidad, no envió ni un solo avión comercial al importante salón aeronáutico, un hecho sin precedentes.
La CEO de la División de Aviones Comerciales de Boeing, Stephanie Pope, apareció contenida y con pocas palabras en su única aparición oficial ante los medios en el evento de Farnborough. Ella estaba entre los candidatos para asumir el cargo principal de Dave Calhoun, pero muchas voces y probablemente la junta prefirieron a un experto externo para cambiar la suerte del fabricante de aviones.
La Mejor Selección para Boeing en un ‘Período Consecuente’
“Kelly es un líder experimentado que es profundamente respetado en la industria aeroespacial, con una reputación bien ganada por construir equipos sólidos y dirigir empresas de ingeniería y manufactura complejas”, dijo el presidente de Boeing, Steven Mollenkopf, en un comunicado tras el nombramiento de Ortberg. “Esperamos trabajar con él mientras lidera a Boeing a través de este período trascendental en su larga historia”.
Rara vez un nombramiento para un puesto de alto nivel había recibido tantos elogios unánimes como el de Ortberg. En la industria se le ve como un experto experimentado y un líder eficiente y amable.
“No podrías pedir una mejor selección”, dijo el analista de aviación Richard Aboulafia a la publicación de la industria Flightglobal.
Los precios de las acciones de Boeing reaccionaron de inmediato a la noticia del nombramiento de Ortberg. Después de caer inicialmente debido a los resultados financieros, subieron más de un 1%. Pero las acciones de Boeing todavía languidecen un 28% por debajo de su valor al comienzo del año.
Centrarse en el precio de las acciones en lugar de la calidad y seguridad del producto fue exactamente la receta para el desastre que llevó a Boeing a donde está ahora. Desde que la compañía se fusionó con McDonnell Douglas en 1997, y adoptando la estrategia de esa empresa más pequeña en el proceso, el famoso fabricante de aviones perdió su influencia en ingeniería mientras registraba ganancias y dividendos récord
More Stories
Ford recorta sus esfuerzos en diversidad, equidad e inclusión
Nvidia: Se Prevé Otro Impulso Alcista, Según Ruben Roy
Mercados de Asia-Pacífico Suben Mayoritariamente tras una Semana Volátil mientras los Inversionistas Esperan Datos de Inflación en EE.UU.